LA EXCÁLIBUR ITALIANA. Una de las leyendas inglesas más famosas es la del rey Arturo y la espada en la piedra. Según diversas versiones de la historia, la espada sólo podía ser extraida de la piedra por el verdadero rey de Inglaterra. Una historia similar, aunque mucho menos conocida, existe en la región italiana de la Toscana: un relato del que incluso se ha llegado a afirmar que es el original, aquél que inspiró el nacimiento de la célebre leyenda inglesa. Nos referimos al mito de la espada en la piedra de San Galgano.

San Galgano fue el primer santo cuya canonización se llevó a cabo a través de un proceso formal por la Iglesia. Por tanto, gran parte de la vida de San Galgano ha llegado hasta nosotros a través de los documentos de su proceso de canonización, que tuvo lugar en 1185, algunos años después de su muerte. Asimismo, también existe toda una serie de obras biográficas escritas por autores posteriores al santo.

No Olvides Suscribirte a Nuestro Canal de YouTube.

San Galgano nació en 1148 en Chiusdino, provincia de Siena. Su madre se llamaba Dionisia, mientras que existen dos versiones diferentes del nombre de su padre: Guido o Guidotti, dependiendo de los autores. Según los distintos relatos biográficos, Galgano fue un joven mundano y disoluto. Pertenecía a la nobleza de la región y era un caballero entrenado en el arte de la guerra, arrogante y violento. Sin embargo, todo esto cambió un día, pasando de ser un caballero terrenal a un espiritual ermitaño.

La conversión de Galgano comenzó con una visión del arcángel San Miguel, considerado el general de las huestes celestiales. Una versión de la leyenda, relata que el arcángel San Miguel se apareció ante Galgano y le mostró el camino de la salvación. El arcángel le indicó además el lugar adonde debía ir a vivir. A la mañana siguiente, Galgano comunicó a los suyos que iba a convertirse en ermitaño y que residiría en una cueva cercana. Como era de esperar, sus amigos y familiares se burlaron de él, juzgando su decisión como una absoluta locura . Dionisia, su madre, logró convencerle para que visitase a su novia por última vez, antes de renunciar a todos los placeres mundanos. Así que, vestido con sus ricos ropajes, Galgano marchó a visitar a su prometida. Durante el trayecto a caballo, éste de pronto se encabritó y el joven cayó de forma violenta al suelo.

LA EXCÁLIBUR ITALIANA

Entonces, una fuerza invisible levantó de golpe a Galgano y una voz celestial le ordenó que se dirigiera al monte Siepi, una colina cercana a Chiusdino. Cuando Galgano llegó al pie de la colina, el arcángel San Miguel le indicó que se detuviera y mirase hacia su cima. Fue en ese momento cuando el noble caballero tuvo una visión de un templo donde estaban Jesús y María, rodeados por los Doce Apóstoles. A continuación, la misma voz de antes le ordenó que subiera la colina.

Cuando San Galgano alcanzó la cima del monte Siepi, la voz le habló de nuevo ordenándole renunciar a todos los deseos, posesiones y placeres mundanos. Sin embargo, Galgano se opuso, jactándose de que cumplir esa orden era “tan fácil” como partir en dos una roca con su espada. Acto seguido, la desenvainó y la clavó en una piedra. De forma inexplicable, el arma se hundió en la roca con la misma facilidad con que un cuchillo caliente atraviesa la mantequilla, y a partir de ese instante, permaneció allí clavada. Galgano comprendió el mensaje y desde entonces vivió en el monte Siepi como un ermitaño. Varios años después de su muerte fue construida una capilla en la cima del monte, en torno a su espada aún clavada en la piedra.

LA EXCÁLIBUR ITALIANA

Durante siglos se creyó que la espada en la piedra era sencillamente una falsificación moderna. Sin embargo, una investigación relativamente reciente, basándose en la composición del metal y el estilo de la espada,  ha concluido que se trata de un arma del siglo XII.

Ayudándose de un georradar, los investigadores también descubrieron que existe una cavidad de entre uno y dos metros por debajo de la espada, que quizás albergue los restos de San Galgano. Por último, las dataciones con radiocarbono demostraron que el par de manos momificadas conservadas en la capilla de la iglesia también datan del siglo XII. Curiosamente, según narra otra leyenda, el diablo envió al monte Siepi a un asesino que se hizo pasar por un monje. Los lobos salvajes de la colina, amigos de San Galgano, le protegieron del asesino, atacándolo y devorándolo. Una vez muerto, sus manos quedaron momificadas, exponiéndose posteriormente en la iglesia allí erigida en honor al santo.

LA EXCÁLIBUR ITALIANA

Fuente: ancient-origins.es

Facebook de Planetamisterio


    0 comentarios

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *